miércoles, 23 de mayo de 2012

Escisión - Begoña Borgoña


Bebí la cerveza sin escuchar el discurso monotemático y lineal de aquel miembro del equipo médico. La delicia ambarina sosegaba mi otrora ánimo feraz de sueños locos, ahora convertido en lóbrego sino, devorador de todo anhelo y objetivo.
Entre salmos desconocidos para mí, la mataron. Fingieron ayudarnos, pero la mataron; ése no fue el trato. Dejaron su cuerpo yerto en medio de aquel brutal procedimiento ginecológico; el material quirúrgico sacudía su cuerpo ensangrentado mientras la vida se escapaba entre vapores de anestesia. Al mismo tiempo creció en mí un tumor de odio cual joroba ardiente en la mitad de mi cerebro.
Ahora querrán que ame al niño inhumano. Me sería más fácil querer a una tortuga de tacto áspero que a ese engendro. Porque es falso, ¡yo lo sé!, lo colocaron en el vientre estéril para simularlo todo, las complicaciones, la operación… todo.
Regreso al hospital y, desde el umbral de la sala de cuneros, lo observo hacerme guiños, sonríe como si con ello pudiera conquistarme. Su mirada vieja contrasta con el rostro de querubín, mas no le creo.
Y no seré el padre de aspecto desolado que lo llevará por el mundo a cumplir su cometido. El lazo afín es la culpa por la muerte de mi esposa; no hay vestigios de ella en ese cuerpo tierno y frágil, en esa boca desdentada que babea.
Debo apresurarme, me vigilan; siento la presión de su presencia en mi cabeza, pero la pulsión de otra voz que comenzó a aletear me previno indicándome cómo proceder.
Ahora, en un descuido de la vigilancia, haré lo conducente aun a riesgo de mi vida; tránsito absurdo que me trajo a un lado de la cuna, donde los ojillos suspicaces saben que clavaré el bisturí en esa mueca sorprendida, hasta darle muerte.

Acerca de la autora:
Begoña Borgoña

2 comentarios:

fernando andrés puga dijo...

¡Qué espanto! Soñaré con ese bisturí por un largo tiempo. ¡Lo que puede hacer un hombre enceguecido por el dolor! Magnífico relato.

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Aterrador y magnífico, amiga. Lo único que lamento es que tus aportes sean tan esporádicos. ¿Tendremos alguna otra joya de este carácter próximamente?