miércoles, 18 de septiembre de 2013

El extraño viaje a tierras de Moz - Raquel Sequeiro


Le dio un buen paseo a su mascota, una nutria que se había traído de Hawai en su último viaje en escolopendra voladora. Ató bien el equipaje, ajustó las riendas a su caballo y partieron raudos y veloces. Alguien pregunto quién era la nutria; Nadie, a su derecha, preguntó dónde estaba la escolopendra. El escritor se quedo callado y su mujer, la ilustradora más famosa de todos los tiempos, los untó con goma de borrar.
—¿Llevas el mapa, querida?
—Aquí está —dijo, sacándolo del bolsillo de su chaqueta—. Llegaremos pronto. No olvides la contraseña, yo también soy un dibujo. —El escritor sonrió, la enorme escolopendra se debatía en el saco sobre el techo del vehículo: no le gustaba que la ataran, sobre todo por sus siete alas vidriosas—. Nos quedan un par de horas de viaje y estaremos en la casa de Moz.
—Vale, esto me recuerda… — Pisaron un par de escalones amarillos al bajar.
—¿Pero esto no era Moz?
—Sí, el camino era tan sencillo que lo cambió por escalera, parece.
La mujer preguntó que pensaba pedirle al mago y mientras el escritor pronunciaba 'ciruela' y la escaleras aminoraban la marcha para que pudiesen subir; abrazó a su compañera, se rió y apenas tuvo tiempo, Nadie o Alguien, quienes habían reaparecido, de preguntarle nada a nadie o a alguien.
En unas horas, Sofía dejó de ser un dibujo y Héctor tenía un corazón nuevo.
—Avestruz. —Salieron de allí rápidamente, con las escaleras explotando en un sinfín de fragmentos.

Acerca de la autora:


No hay comentarios.: