viernes, 31 de agosto de 2012

Adán y Eva en espejo - Lucila Adela Guzmán


Los panfletos desechados ensuciaban la vereda, pero él seguía repartiéndolos con convicción. Traté de esquivarlo y no pude. No sé si fueron sus ojos o los colores del folleto los que me ganaron. Por las dudas, clavé los míos en el papel brilloso. Para mi asombro, vi que los dibujos en el volante eran iguales a imágenes soñadas desde niña... Un hombre y el planeta Tierra abrazado por las alas de una criatura desconocida... una palabra escrita en letras azules: “ADáN”... Y una oración: “Recuperando la memoria genética de Dios”... El juego en la palabra me hizo recordar el comienzo de mi obsesión. Al cumplir los doce años descubrí que la palabra adán al revés se convertía en nada y es desde aquel mágico hallazgo que juego en secreto a dar vuelta a frases enteras. Ahora, mi manía es encontrar significados secretos a la luz del espejo. Soy de dios es mi palíndromo preferido, pero Adán y Eva se llevan el premio al misterio. Miré de lejos al hombre que seguía repartiendo volantes, noté el color índigo que emanaba de su aura, contorno que resplandecía con destellos dorados. La frase en negrita... “Entrada libre y gratuita” me convenció de concurrir al evento.
El estadio estaba mal iluminado y repleto. Tomé asiento en las gradas preguntándome qué hacía yo ahí, cuando divisé al hombre que había causado este desvío en mi rutina. Allí mismo supe que lo amaba, mis huesos crujieron fuera del cuerpo y entre destellos me convertí en una criatura extraña. Cuando me di cuenta, ya me había transmutado en aquel bicho gigantesco que parecía ser un ave desfigurada. Él se montó en mí y al oído me dijo: “Eva, es hora de irnos”. Ese fue el día en el que miles de nosotros abandonamos la tierra hacia otro mundo, un mundo sin espejos.

Acerca de la autora:
Lucila Adela Guzmán

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que gran relato.
Todo; el fraseo y la temática con sus profundidades filosofales.
Bravo.

Unknown dijo...

Muchas gracias!