jueves, 10 de enero de 2013

Al Andafuz - Sergio Astorga


Ese moverse suyo por las tierras, contrastaba con la plegaria de la zarza y el movimiento escabroso de las doncellas, que arteras, rodaban los candelabros del templo hasta la ira del monarca.
Al Andafuz, era un elegido. Un indómito que recorrió mezquitas agudas y sabias.
La daga rojiza surcó por mil cabezas con ese doble filo del triunfo y el fracaso y se escuchaban en los funerales ojos de los pueblos la mediodía de su grupa triunfante. Gentes de a pie lo decían: ningún trono valía, ni sermón, ni montaña, ni luna, sino se gozaba su historia contada por aedos o mercaderes acuciosos.
Algunas huestes de pánicos, huyeron torpes y viscosas por el infortunio, junto al canto de mujeres que lavaban su ropa en el río.
La ciudades conquistadas duermen opulentas y solo donde el paso de Al Andafuz dejó su sombra prosperan.
De su gloria ha quedado, como emboscada, al paso de las caravanas coetáneas, esta inscripción en el muro más alto a la entrada de la ciudad: "Por encima de las palabras no hay nada en esta patética familia de hombres".

Tomado del blog Antojos
Acerca del autor: Sergio Astorga

1 comentario:

Mery Correa Dutari dijo...

Me encantó el final, el cuento tiene mucho de poetico, de lirico, de epico. Excelente.