martes, 11 de diciembre de 2012

La maestra 3 – Francisco Garzón Céspedes


La maestra intuye que muchos de sus esfuerzos parecen perdidos, pero sabe que el presente será el pasado de mañana y que no es lo mismo tener un pasado que otro. También sabe que el presente determina el futuro y que tampoco es lo mismo un futuro que otro. Estos saberes permiten que a la maestra no le importe parecer quijotesca desde tantas pequeñas y en apariencia no determinantes acciones, por eso respira y explica a la clase: “La energía es esencial para relacionarnos. La energía fluye mejor con un cuerpo erguido.”
La maestra observa los cuerpos aún sentados de cualquier modo en los pupitres –aquel reguero de brazos, piernas, torsos–, sonríe, respira hondo y: “Por otra parte en muchos momentos de vuestra vida dependeréis de vuestra imagen pública. De lo que los otros opinen de vosotros. La manera en que os sentáis será parte importante de vuestra imagen.” La maestra recuerda un argumento: “Una primera impresión… el otro la hace de uno en los primeros cinco segundos cuando nos conoce; esa primera impresión puede influir en que finalmente os den una beca, os crean o no ante un problema, consideren o no vuestra opinión, os extiendan o no una invitación. Por favor, pensad en el futuro, sentaos derechos. La maestra sonríe: “Y, además, os dolerá menos la espalda.” Vuelve a sonreír, levanta una mano y afirma: “Y será mayor vuestra guapura.”

De Cuentos de la maestra (Edición Los cuadernos de las Gaviotas)
Sobre el autor: Francisco Garzón Céspedes

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