viernes, 14 de septiembre de 2012

La gesta apócrifa – Guillermo Vidal


Desde las entrañas se cuenta la historia que se tejió con el paisaje, para abrirle heridas como los surcos en la tierra seca, de la sangre y el sudor de los nombres que no figuran en los himnos pero estuvieron allí abonándola y gestando en su vientre. Pero nada en el bronce dice de ese desgaste y las marcas en la frente fueron borradas después en los retratos. En silencio quedaron como los huesos bajo las murallas, aquellos que se agotaron levantándolas, no se mencionan pero hasta el agua que sacamos de los pozos todavía hoy rezuma el gusto de la piel que se arrancaron. No necesitan de nuestros rezos, ellos ya contaron su historia. No torcieron los ríos, siguieron sus enredados cauces hasta quedar tendidos, mientras sembraban huellas y cansancio. Eso es lo que dicen las palabras borradas de los libros, lo que quedó afuera no son las rosas, son las manos lastimadas de cuando las espinas tenían savia.

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