domingo, 15 de abril de 2012

Biografia prometida - Mario César Lamique


1

—En tu biografía lo voy a poner —dije.
—¿Vas escribir mi biografía?... siempre quise conocer quién lo iba a hacer —dijo ella.
Cada uno con su cuerpo a cuestas, después del cumpleaños las acompañé a tomar un taxi; una vez perdió algo en uno y lo intenta recuperar.
El viento enrojecía los rostros de ella y de su amiga; sabe que no salió del todo abrigada pero le gusta la ropa que se puso... ¡taxi! (acompaño el gesto con el grito), les digo adiós, que lleguen bien, pero no les digo que me siento solo.

2

Está en un tren —movimiento continuo— confiado en que lo llevará a algún lugar. En medio de personas que están a punto de bajar, recuerda cada una de sus palabras y espera estar a fuera para escribir que una tarde, hace tiempo, le pareció ver su futuro y se escapó hacia él; escribir que por esperar se olvidó de tomar decisiones, escribir que ayer se miró al espejo y al no reconocerse, se saludó.

3

Abajo también es noche, y hace más frío. Abro la puerta del ascensor y mi amiga abre la puerta de la calle, con el paso apurado, la mano tratando de cerrar bien el tapado y ruidos de tacos en una noche sin ruidos.
En el cumpleaños, uno de los invitados contó un secreto, pero nadie se dio cuenta; en el cumpleaños de su amiga le prometí escribir su biografía, y aquí estoy.
“También estamos locos, pero la nuestra es una locura más barroca "(sic).
Se contaron historias de otros cumpleaños, de las mismas tortas y abuelas que las saben hacer; se contó que hubo quién regaló una caja, hermosa dijeron, totalmente vacía, y esa caja sin ser abierta fue regalada a otra persona que sin abrirla, también la regaló, esa persona a otra, y esa a otra, hasta que se perdió el rastro, lo cual no hace circular la historia de la caja, hermosa, dijeron, completamente vacía, que nadie abrió, hasta lo que se pudo saber.
Ella regaló bombones, porque es lo que le hubiese gustado recibir de ser su cumpleaños.
Paso acelerado para dejar antes de caminar, mano que se extiende; los taxis llegan cuando no tienen que llegar, o no lo hacen nunca. Pero no les dije nada sobre la soledad.

4

" Y después....
la noche enorme en el cristal
y tu fatiga de vivir
y mi deseo de lucha.
(Homero Manzi)

5

Siguieron contando anécdotas de otros cumpleaños, contaron que alguien —nadie quiso decir quién— escribió una historia y la regaló en un cumpleaños y la persona que la recibió le cambió el final y la volvió a regalar, esta vez a una amiga que le sacó varios diálogos y le agregó un personaje que se enamora de una fotografía, después de hacer estos arreglos se la regaló a un amigo que le puso recuerdos propios e investigaciones históricas para luego volverla a regalar a otra persona —nadie quiso decir a quién— que haciendo sólo cambios de fechas y nombres, escribió su autobiografía.
"¿Cuánto hace que nací?, es solamente un detalle, no lo pongas".
No me dijo en que barrio vive, lo único que sé es que su casa está enfrente de una plaza, a dos cuadras de una estación de tren y a media cuadra de una panadería.

6

Salgo del tren —movimiento continuo— sol de frente en la cara, como dato estadístico recuerdo su forma agazapada de estar sentada, como dato relevante anoto que algún día piensa comprender a su madre, y dejar de recordar.

7

" Que escribas mi biografía no quiere decir que sepas quién soy" (sic).

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