domingo, 21 de agosto de 2011

Pensando - Rafael Blanco Vázquez


—Pienso que de Cronenberg mi preferida es “La zona muerta”, de Peckinpah “La huida” y de Coppola “El padrino” (1 y 2). A veces las películas digamos menos personales son las mejores.
—Pienso que, en cada caso, a la que tú dices yo le añado una de las digamos más personales: “Crash” (Cronenberg), “Quiero la cabeza de Alfredo García” (Peckinpah) y “Apocalypse Now” (Coppola). Se trata, pienso, de una dicotomía interesante.
—Pues yo el otro día pensé algo y luego se me olvidó.
—Yo pienso que me voy a pedir un zumo de naranja natural.
—Y yo, porque pienso que me hace falta una buena dosis de vitamina C.
—¿No pensáis vosotros que Stephen King ha tenido pero que mucha suerte con sus adaptaciones cinematográficas?
—Yo no.
—Yo sí. Me encantan “Carrie” de Brian De Palma, “Christine, el coche asesino” de John Carpenter, “Cujo” y “Los ojos del gato” de Lewis Teague, la mencionada “La zona muerta”.
—¿Y qué me dices de “El resplandor” de Stanley Kubrick?
—No me gusta.
—Pues a mí sí.
—Pues a mí no.
—Pues a mí sí.
—Cuando digo que Stephen King ha tenido suerte es porque pienso que todas son las mejores de las estupendas filmografías de sus directores respectivos.
—Un aplauso para él y otro para ti.
—¿Y para ellos qué?
—¿Lewis Teague tiene una estupenda filmografía?
—Lewis Teague no.
—¿Entonces?
—Pero sólo tiene dos pelis buenas, las citadas.
—Chúpate ésa que viene tiesa.
—Las cosas como son, ahí te ha dado para el pelo.
—Pues a mí sigue sin gustarme “El resplandor”. Claro que a mí tampoco me gusta el fútbol.
—Pues yo pienso que me voy a ir a mi casa a hacerme unas patatas fritas con huevo.
—Tú ya te estás callando.
—Está bien. ¿Puedo pensar que vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero?
—Eso sí.
—Yo lo que pienso es que lo que tenéis que hacer es leer a Stephen King. Tanto hablar tanto hablar sobre sus adaptaciones.
—Uy qué pereza, pienso.
—Pues yo pienso que me encantan las palabras abedul y albiñoca.
—¿Alguien de aquí piensa que en Madrid no hay playa?
—Yo no.
—Pues yo sí.
—Yo pienso que de aquí a diez minutos todos los presentes me vais a comer a mí tol pijote. Y los huevos, además.
—Estaba yo pensando.
—A ver.
—Quien piense que yo he leído a Schopenhauer que levante la mano. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, ya me he perdido.
—Pienso que lo mejor será que hagas la pregunta al revés.
—Tienes razón. Quien piense que yo no he leído a Schopenhauer que levante la mano. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, oye, ¿tú no levantaste la mano antes?
—Así no vale.
—Es que este tío es un tramposo. Qué coraje me da, joer.
—Más coraje me da a mí la palabra pileta.
—Es fea de cojones.
—Yo pienso que por las razones que sea Robert Bierman dirigió una película maravillosa, “Besos de vampiro”, y luego nunca más se supo. Y que algo parecido le pasó a Joseph Minion, guionista de “Besos de vampiro” y de “¡Jo, qué noche!”
—Pues yo pienso que “¡Jo, qué noche!” la dirigió Scorsese.
—Pues yo pienso que no.
—No os peleéis, chicos, lo consulto en Internet. Sí, la dirigió Scorsese.
—Pues yo sigo pensando que no.
—Y Robert Bierman ha dirigido tres películas más.
—No se ha enterado ni él.
—¿Cómo no se va a enterar? A veces tienes unas cosas.
—¿Por qué es tan pobre la filmografía de Robert Harmon, director de la increíble “Carretera al infierno”? ¿La habéis visto?
—No.
—¿No habéis visto “Carretera al infierno”?
—No.
—¿No habéis visto “Carretera al infierno”?
—No.
—Yo sí.
—Qué sé yo, tronco, a lo mejor Robert Harmon, Robert Bierman y Joseph Minion no tenían nada más que decir. Robert Mitchum sólo dirigió una película.
—Y mi madre sólo tuvo un hijo.
—Qué manía con la cantidad.
—Es que la tengo pequeña.
—Que si hay que hacer carrera, que si el síndrome del escritor bartleby.
—Es que la tengo pequeña.
—La maldita diosa cantidad.
—Es que la tengo pequeña.
—¿Cómo de pequeña?
—Como la de mi hermana.
—Pobre.
—Sí, mi pene es un clítoris atrofiado.
—Qué marrón, tron.
—Pienso que tampoco es tan grave.
—Más grave me parece a mí lo de la palabra nosotros.
—¿Qué le pasa a la palabra nosotros?
—Que me parece horrorosa.
—No sé, a lo mejor es que nosotros la utilizamos mal.
—Chicos, ¿os habéis enterado de lo de Martín?
—No.
—Que una editorial le quiere publicar sus “Pensamientos”.
—Pues vaya una cosa. Así cualquiera. Es como si alguien publicase mis “Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones”.
—Y no sabéis lo mejor.
—No.
—Que se lo está pensando.


Acerca del autor:
Rafael Blanco Vázquez

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